El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Fernando Prada, confirmó este miércoles que el incendio ocurrido el pasado sábado en los términos de Trabazos y Sejas de Aliste fue provocado intencionalmente. Según los servicios de la Consejería de Medio Ambiente, el objetivo no solo era quemar la vegetación, sino causar un daño significativo en la zona.
Un incendio planificado para causar estragos
El fuego se inició en una zona boscosa altamente inflamable debido a la abundancia de pinos y las condiciones de viento del momento, lo que facilitó su rápida propagación. El delegado destacó que este incendio no solo puso en riesgo la vida de los servicios de extinción, sino que también ocasionó la evacuación de la localidad de Sejas y la trágica muerte de una persona.
“Podemos hablar de terrorismo ambiental,” afirmó Prada, subrayando la gravedad del acto y el daño irreparable causado al entorno natural y a la comunidad local. Además, pidió un esfuerzo conjunto para evitar que este tipo de delitos se repitan, instando a la colaboración de la ciudadanía para identificar a los responsables.
Agradecimiento a los servicios de emergencia
Prada expresó su profundo agradecimiento a los servicios de extinción de incendios de Zamora, Salamanca y Valladolid, quienes, gracias a su rápida y eficaz intervención, lograron evitar que el fuego alcanzara una gasolinera cercana, lo que podría haber causado una catástrofe aún mayor. Además, agradeció la colaboración de la Cruz Roja y de la población de Alcañices en el proceso de desalojo.
Investigación en curso
Las autoridades han asegurado que la investigación continúa en manos de la policía judicial y el SEPRONA para identificar y capturar a los responsables de este acto criminal. Prada reiteró la importancia de denunciar cualquier actividad sospechosa para proteger la riqueza natural de la región.
Una comunidad unida contra el terrorismo ambiental
El devastador incendio de Trabazos y Sejas de Aliste es un recordatorio de la vulnerabilidad de nuestras zonas rurales frente a actos intencionados de destrucción. La comunidad debe permanecer vigilante y unida para proteger el patrimonio natural y garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias legales de sus acciones.
