La Guardia Civil continúa reforzando su compromiso con la seguridad vial en las carreteras españolas. En esta ocasión, un conductor fue identificado por mostrar signos evidentes de embriaguez y posteriormente se negó a realizar las pruebas legales de alcohol y drogas.
Detalles del suceso
El pasado 25 de noviembre, agentes del Destacamento de Tráfico de Puebla de Sanabria interceptaron un vehículo en el kilómetro 71,500 de la N-525 (carretera Benavente-Vigo), cerca de Palacios de Sanabria. La parada se originó tras detectar una infracción de tráfico cometida por el conductor, quien presentaba síntomas claros de estar bajo la influencia del alcohol.
A pesar de los intentos de los agentes, el individuo se negó repetidamente a someterse a las pruebas de alcohol y drogas, un comportamiento que representa un grave incumplimiento de las normas de seguridad vial.
Consecuencias legales
Ante esta situación, la Guardia Civil ha iniciado una investigación, acusando al conductor de dos delitos contra la seguridad vial:
- Conducir bajo los efectos del alcohol.
- Negarse a realizar las pruebas de alcohol y drogas obligatorias.
El investigado, junto con las diligencias correspondientes, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Puebla de Sanabria (Zamora).
Los riesgos del consumo de alcohol y drogas al volante
La ingesta de sustancias tóxicas afecta gravemente la capacidad de conducción, reduciendo los reflejos, la atención y la percepción de la realidad, lo que multiplica el riesgo de accidentes de tráfico. Según la normativa vigente:
- Administrativamente, estas conductas pueden acarrear multas de hasta 1.000 €.
- Penalmente, podrían ser castigadas con:
- Prisión de tres meses a un año.
- Multas de seis a doce meses.
- Trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
- Pérdida del carnet de conducir por uno a cuatro años.