Celebración del Día del Pilar: La Guardia Civil rinde homenaje a su Patrona en Alcañices

Una misa especial y un vino español unen a la comunidad en una jornada de reconocimiento y camaradería

Hoy, 12 de octubre, los efectivos de la Guardia Civil, acompañados por autoridades civiles y cuerpos de seguridad de España y Portugal, se reunieron en el Santuario Mariano Diocesano Virgen de la Salud de Alcañices para celebrar una misa en honor a su patrona, la Virgen del Pilar. La ceremonia fue oficiada por Teo Nieto Vicente, y los asistentes disfrutaron posteriormente de un vino español en el local del Ayuntamiento, en un ambiente marcado por la camaradería y el reconocimiento al trabajo del cuerpo de seguridad.

Un cuerpo clave en la historia de la comarca

Fundada en 1844, la Guardia Civil ha sido un pilar fundamental para la seguridad y el bienestar de las comarcas de Aliste, Tábara y Alba. A lo largo de los últimos 175 años, su presencia ha contribuido a mantener el orden en una región que ha enfrentado importantes desafíos, como la despoblación. Desde su creación, la Guardia Civil ha evolucionado, ganándose el respeto y la confianza de la población.

La evolución de la Guardia Civil en la comarca de Aliste

Con el tiempo, la percepción de la Guardia Civil ha cambiado. Mientras que en el pasado era común que su presencia infundiera temor, hoy en día los guardias civiles son vistos como una parte integral de la comunidad rural, siempre dispuestos a ayudar en situaciones de crisis. El Cabo Primero Jefe de Puesto, quien ofreció el vino español tras la misa, destacó el compromiso del cuerpo con la población local, especialmente con los mayores, que confían en la Guardia Civil no solo para su seguridad, sino también para su bienestar.

La cercanía con la comunidad rural

En la actualidad, el cuerpo opera principalmente desde la Casa Cuartel de Alcañices, con apoyo en otras localidades como Fonfría y Villardeciervos. Los guardias civiles no solo protegen a los habitantes, sino que también les brindan una sensación de confianza y cercanía, en una comarca donde muchos residentes superan los 80 años de edad. Su presencia es vital para la tranquilidad de una población envejecida que depende del cuerpo para resolver desde urgencias hasta problemas cotidianos.

Guardia Civil y sus raíces históricas en Aliste

El papel de la Guardia Civil ha sido particularmente relevante en Aliste, dada su proximidad a la frontera con Portugal. A lo largo del tiempo, numerosos pueblos de la región, como Riomanzanas y Villarino Tras la Sierra, contaron con puestos de la Guardia Civil. Destaca el cuartel de Las Figueruelas, uno de los más conocidos en la zona.

Además, entre 1968 y 1986, el pueblo de Riofrío de Aliste fue hogar de una Casa Cuartel, un claro reflejo de la importancia estratégica de la comarca. La presencia del cuerpo fue crucial para supervisar grandes proyectos de infraestructura, como el Salto de Ricobayo.

Un cuerpo transformado por el tiempo

El respeto que hoy se le tiene a la Guardia Civil contrasta con los recuerdos de la posguerra, cuando su presencia imponía respeto e incluso temor. «Tras la Guerra Civil, veías un guardia civil y estabas temblando», recuerdan los habitantes más mayores. Sin embargo, esa imagen ha evolucionado a lo largo de los años, transformándose en un cuerpo que es sinónimo de ayuda y protección.

Una historia de compromiso y sacrificio

A lo largo de su historia, la Guardia Civil en Aliste también ha enfrentado momentos difíciles. En 1945, varios guardias perdieron la vida en enfrentamientos en la zona fronteriza con Galicia, lo que llevó a la creación de un somatén en Cerezal de Aliste para garantizar la seguridad. También se recuerda el arresto de dos ingenieros en 1914 por trabajar sin autorización en zonas fronterizas, subrayando el rol de la Guardia Civil no solo en la seguridad pública, sino también en la defensa de la soberanía nacional.

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