La natalidad en Castilla y León sigue marcando cifras negativas, con una caída del 4,86% en 2023 respecto al año anterior. Según el informe del INE sobre el Movimiento Natural de la Población, se registraron 12.496 nacimientos, lo que supone 639 menos en cifras absolutas. Este descenso duplica casi la media nacional, que fue del 2,61%.
La comunidad autónoma también mantiene un preocupante saldo vegetativo negativo, situándose en -15.606 personas, el segundo peor de España, solo superado por Galicia.
Un descenso continuado desde 2010
La tendencia a la baja en los nacimientos es clara y sostenida. En 2010, Castilla y León alcanzó su mejor cifra reciente con 20.486 nacimientos. Desde entonces, los datos han ido cayendo de forma constante:
- 17.389 nacimientos en 2015
- 13.652 nacimientos en 2020
- 13.095 nacimientos en 2021
En 2022 se registró un leve repunte con 13.135 nacimientos, pero el descenso de 2023 rompe esa dinámica positiva.
Reducción también en las defunciones
Por otro lado, las defunciones han disminuido de forma notable en la región, con una bajada del 9,4% en 2023, alcanzando 28.102 fallecimientos, frente a los 31.017 del año anterior. Este descenso se sitúa por encima de la media nacional, que fue del 6,1%.
A pesar de la mejora en las defunciones, el saldo vegetativo sigue siendo preocupante debido al bajo número de nacimientos.
Menos hijos por mujer y un panorama envejecido
Otro dato relevante es el número medio de hijos por mujer, que en Castilla y León se sitúa en 1,06, por debajo de la media nacional de 1,12. Este índice, junto a una de las esperanzas de vida más altas del país (84,5 años), refleja el envejecimiento de la población y los desafíos demográficos de la región.
Castilla y León en el contexto nacional
En el conjunto de España, se registraron 320.656 nacimientos en 2023, un 24,7% menos que hace una década. Tres autonomías –Madrid, Murcia y Baleares–, junto a Ceuta y Melilla, presentaron un saldo vegetativo positivo, un panorama muy diferente al de Castilla y León.