El Centro Coordinador de Emergencias de la Junta de Castilla y León ha declarado finalizada la alerta meteorológica por nevadas y temperaturas mínimas que se activó el pasado 7 de diciembre. Este episodio de fenómenos meteorológicos adversos, que afectó principalmente a la Cordillera Cantábrica de León y Palencia, marcó un hito al ser la primera vez que se utiliza el sistema de avisos ES-ALERT en la región para emergencias climáticas.
El sistema ES-ALERT, clave para proteger a la población
El sistema ES-ALERT, una herramienta que permite enviar mensajes de alerta inmediata a los teléfonos móviles dentro de áreas afectadas, fue activado el pasado 8 de diciembre.
Entre las 9:00 y las 21:00 horas, se enviaron mensajes de alerta a los habitantes de las zonas más afectadas, incluyendo:
- Mitad norte de las provincias de León y Palencia.
- Extremo suroeste de León y noroeste de Zamora.
Los avisos, basados en el nivel rojo de la AEMET, recomendaban evitar desplazamientos y actividades al aire libre debido al riesgo extremo por nevadas, con previsiones de hasta 40 centímetros de acumulación en 24 horas.
Impacto y gestión de la emergencia
Durante el episodio, el Centro Coordinador de Emergencias atendió 132 llamadas al 1-1-2, que derivaron en la coordinación de 52 incidentes relacionados con la nieve. Entre las principales incidencias destacan:
- 25 vehículos retenidos por acumulación de nieve.
- 19 solicitudes de quitanieves y sal en las carreteras.
- Cortes de suministro eléctrico, como el registrado en Boca de Huérgano (León), afectando a las localidades de Llánaves de la Reina y Portilla de la Reina.
La provincia de Burgos lideró el número de llamadas al 1-1-2 con 29 incidentes, seguida de León (22) y Palencia (7).
Un balance positivo tras el fin de la alerta
Gracias a la rápida actuación de los servicios de emergencia y al uso innovador del sistema ES-ALERT, la región logró mitigar los efectos de este episodio invernal, protegiendo a la población y resolviendo incidencias críticas.
El éxito de esta primera activación subraya la importancia de invertir en tecnología de comunicación de emergencias, especialmente en una región como Castilla y León, vulnerable a fenómenos meteorológicos extremos durante el invierno.