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Carlos Blanco «el problema que tengo es que me gusta pilotar demasiado y no tengo miedo»

El ruido del motor de cualquiera de sus tres motos es el sonido favorito de Carlos Blanco, ya sea en modalidad de Enduro o en velocidad. Repasamos con él como ha ido la temporada de verano y cómo está preparando las últimas carreras que le quedan para completar la Copa de España de velocidad, dos en Tarragona y otras dos en Navarra.

Blanco ha participado en el Campeonato de España, donde ha logrado destacadas actuaciones, incluyendo un primer puesto en su categoría de mil centímetros cúbicos en la Handi SBK, en las carreras de Cartagena. “Hemos corrido seis carreras, y me siento satisfecho con el desempeño”, comentó, mostrando su determinación y optimismo.

Durante el verano, el piloto también participó en dos competiciones de rally, la Baja de Extremadura y la Baja de Aragón, que completó con éxito. Sin embargo, se aproxima un periodo intenso de competiciones, ya que tiene programada la Baja de Cuenca y dos carreras en Calafat, un circuito que le resulta desconocido. “La preparación ha sido limitada, y la competencia será dura, pero lo importante es disfrutar y dar lo mejor de mí”, explicó Blanco, subrayando su enfoque positivo hacia los desafíos.

Las adaptaciones necesarias en sus motos son notables. Blanco utiliza diferentes vehículos según el tipo de carrera: una BMW S1000RR para velocidad y una KTM 500 para enduro. La BMW está equipada con modificaciones especiales para que pueda usar su prótesis. “He cambiado el sistema de cambio a la pierna derecha y tengo un freno de pulgar para asegurarme de que puedo maniobrar de manera efectiva”, detalla el piloto. La KTM, diseñada para enduro, está equipada con un roadbook que le ayuda a navegar en terrenos difíciles, una tarea que requiere tanto habilidad como concentración.

La preparación para cada tipo de carrera es diferente. Mientras que las carreras de velocidad se centran en la técnica y la destreza, el enduro implica una exigencia física mayor, con constantes baches y cambios de terreno. “Es un estilo de conducción que requiere más atención, especialmente cuando hay que leer el mapa y adaptarse al terreno en tiempo real”, explica. A pesar de las dificultades, Blanco se siente motivado por la oportunidad de aprender y mejorar cada vez que se sube a la moto.

Carlos compagina la participación en los distintos campeonatos con charlas motivadoras e impartiendo cursos de conducción deportiva, compartiendo su conocimiento con otros entusiastas de las motos. “Es una forma de devolver al mundo del motociclismo lo que me ha dado, y espero inspirar a otros”, afirmó, enfatizando su deseo de motivar a las personas a perseguir sus sueños, independientemente de las adversidades.

Reflexionando sobre su accidente, Carlos Blanco revela que, en ningún momento, perdió el deseo de volver a pilotar. “Cuando desperté en el hospital, sabía que quería seguir con mi vida y mi pasión por las motos”, recuerda. Su historia no solo es un testimonio de su resiliencia, sino que también sirve como inspiración para otros que enfrentan dificultades similares.

A medida que se acercan las últimas carreras de la temporada, Carlos Blanco mantiene sus expectativas altas. “Quiero terminar entre los tres primeros y disfrutar cada momento en la pista”, concluye. Su enfoque apasionado y su compromiso con el motociclismo lo convierten en un ejemplo a seguir, no solo en el mundo del deporte, sino también en la vida misma.

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