El maestro Andrés Vázquez tendrá un nuevo reconocimiento en su tierra después de que esta mañana se haya fallado el premio Tauromaquia de Castilla y León 2020.
En esta 6ª edición del Premio de Tauromaquia de Castilla y León, el jurado ha acordado por unanimidad conceder del Premio correspondiente al año 2020 al maestro zamorano, nacido en Villalpando en 1932, por su brillante e impecable trayectoria profesional al toro como defensor a ultranza de la integridad del toro y de la lidia, procurando darle su sitio como protagonista principal del espectáculo.
Un galardón sin duda muy merecido para este villalpandino que paseó el nombre de su tierra por todo el orbe taurino con la pureza de bandera, de quien se supo ganar con tanto arte y sangre por los ruedos del mundo. Por eso, este importante premio honrará toda su carrera.
El jurado ha destacado, asimismo, su trayectoria profesional, “desde sus inicios, jugándose la vida en las duras capeas de los pueblos de aquella España de la escasez de los años cincuenta, que ya dejaban entrever su afición desmedida, hasta su brillante e impecable trayectoria como matador de éxito en las décadas de los 60 y 70, sus triunfos en las Ventas, la superación de los percances y cogidas a lo largo de su vida profesional, su preferencia por las ganaderías encastadas, destacando entre sus éxitos el haber logrado abrir diez veces la puerta grande de Las Ventas”. El diestro se retiró a finales de los años 80, regresando a los ruedos en algunas ocasiones, hasta el año 2012 en que mato su último toro en Zamora el día que cumplía ochenta años y cincuenta de alternativa, gesta que pasó a los anales del toreo, ya que hasta la fecha no se tiene constancia que tal hazaña haya sido lograda por torero alguno.
El jurado ha señalado también, además de sus éxitos profesionales, la trayectoria personal del torero, “valorando su generosidad, tanto en la enseñanza y apoyo a los jóvenes novilleros, a los que siempre enseñó sin reservas todos los conocimientos que él tuvo que aprender a base de muchos años y no pocas cornadas, como su altruista colaboración en múltiples festivales y corridas benéficas para echar una mano allí donde hiciera falta y se requería su colaboración”. Prueba de todo ello es que en 1975 se premió su obra benéfica, condecorándole con la Gran Cruz de Beneficencia. También ha sido precursor de la divulgación de la Cultura Taurina, más allá de los ruedos, habiendo intervenido en tres largometrajes taurinos o acudiendo a cualquier rincón de España para hablar de toros.
El Premio Tauromaquia de Castilla y León fue creado por la Consejería de Cultura y Turismo en el año 2015 para distinguir la trayectoria profesional, los méritos, actividades o iniciativas de personas, entidades o instituciones que hayan contribuido a la promoción de la Tauromaquia en Castilla y León, colaborando así con la difusión de sus valores históricos y culturales. Este premio tiene periodicidad anual, y en las anteriores ediciones los galardonados han sido Santiago Martín Sánchez ‘El Viti’, a título póstumo el torero Víctor Barrio, el ganadero Juan Ignacio Pérez-Tabernero, a los Encierros de Cuéllar y en su última edición, a la Escuela de Tauromaquia de Salamanca.
El jurado de este año ha estado presidido por el maestro salmantino Santiago Martín ‘El Viti’, y han formado parte del mismo José Ignacio Sánchez, director de la Escuela Taurina de la Diputación Provincial de Salamanca; Manuel Cabello García, comisario de Seguridad Ciudadana, jefe de la Unidad de Coordinación Operativa y Territorial, de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil; María José Majeroni ganadera de bravo; Gonzalo Santonja, director general del Instituto Castellano Leonés de la Lengua, escritor e investigador de la historia de la Tauromaquia; Rufino Álamo, presidente del Colegio de Veterinarios de Valladolid; Santiago Castro ‘Luguillano’, torero y profesor de la Escuela Taurina de Medina de Rioseco; Gonzalo Sánchez, presidente de la Peña Juventud Taurina de Salamanca; José Ignacio Cascón, empresario taurino y apoderado de profesionales taurinos, y Ana Alvarado, directora de la revista ‘Sentir taurino’, comentarista y crítico taurino en diversos medios de comunicación.
Este premio no comporta dotación económica y consiste en una escultura conmemorativa que se entrega al premiado como reconocimiento a su aportación a la Tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial, y como actividad con relevancia medioambiental, patrimonial y económica en el territorio de Castilla y León.