Al mediodía del martes 14 de enero se celebró en el Ayuntamiento de Vega de Tera un Pleno extraordinario, a instancias de la oposición que ostenta la mayoría de concejales, convocado por imperativo legal porque la alcaldesa, Tamara Fuentes, del PP, se negó a su convocatoria en el plazo legal establecido.
La sesión plenaria en Vega comenzó ya con los cuchillos afilados porque la alcaldesa, que sólo cuenta con el apoyo de otro concejal de este grupo político, ante la salida de otros dos ediles pasando al grupo de concejales no adscrito, arrancaba el Pleno con la lección bien aprendida desde casa. En un tono amenazante, como ha podido comprobar Benavente Digital a través del audio de la sesión, se dirigía a los ediles leyendo varios artículos del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales (ROF), advirtiendo de forma reiterada que era ella quien daría la palabra en todo momento y que no toleraría faltas de respeto. Una circunstancia más bien kafkiana, porque en el desarrollo de la sesión era la propia regidora la que en no pocos momentos llegaba a faltar al respeto de los ediles de la oposición, acusándoles a ellos de tal circunstancia.
Asuntos incluidos en el orden del día que ni se debaten ni se votan
En definitiva, algo más de media hora de desarrollo de un Pleno con los asuntos en el orden del día, algunos de ellos a los que incluso llegó a negar su debate, cuando la legislación así lo indica, es decir, un asunto incluido en el orden del día es para debatirlo y proceder a su votación.
Más aún, dos mociones del grupo de Zamora Sí, no es que no superaran la urgencia, sino que incluso ni se pudieron mencionar.
Puestas así las cosas, la lectura del borrador del acta anterior ni siquiera salía adelante al no incluirse, según la oposición, observaciones relevantes.
El asunto a abordar en la sesión para concretar la ubicación de la construcción del pozo de Junquera, pilló de sorpresa a la oposición al asegurar la alcaldesa que tenía intenciones de construir un pozo en Vega de Tera cuya localidad, según dijo, tenía «problemas con el agua, es que no hay agua», y con el fin de suministrar también a la población de Junquera y así el Ayuntamiento se ahorraría costes. A este respecto, el portavoz de Zamora Sí, Javier Cañibano, indica que «los vecinos de Vega de Tera están preocupados de nuevo, primero fue la planta de Biogás y ahora proyecta un pozo que desviará el agua a Junquera de Tera, alegando problemas de agua en el suministro de dicha localidad, problemas que el propio vecindario de Vega niega tajantemente. Mientras Junquera de Tera no cesa en su lucha de tener pozo propio que termine de una vez con los problemas de suministro allí sí existentes».
Sobre el contrato del bar se exigió por parte de la oposición el registro de contratación y se quería saber a nombre de quien figura el contrato de energía eléctrica, así como quién pagaba los gastos de luz. La alcaldesa aseguró a este respecto que era el Ayuntamiento el que abonaba los pagos.
Yo no reviso las facturas
En otro de los puntos, el relativo a solicitar los pagos y destino de bebidas alcohólicas por parte del Ayuntamiento, la alcaldesa aseguró que eran para los distintos pueblos, así como tener desconocimiento de las facturas, ya que «yo no las reviso», dijo la regidora.
Un quinto punto del orden del día trataba de pedir explicaciones sobre el expediente y condiciones de la casa municipal en Vega de Tera, destinada al alquiler social. Este punto elevó el tono al indicarle la oposición si la casa la utilizaban cazadores. «Que conste que estás mintiendo y la gente lo sabe», le espetaba el portavoz de Zamora Sí indicándole que los vecinos habían visto entrar y salir gente de la casa en varias ocasiones. La alcaldesa aseguró que ella no había alquilado la casa, desdiciéndose de lo afirmado en el Pleno anterior. Por eso, desde la oposición se señala que «donde dije digo, digo diego, ha cambiado su versión en repetidas ocasiones para no reconocer la supuesta ocupación por parte de cazadores que nada tendría que ver con el programa social de la Junta que subvencionó el acondicionamiento y rehabilitación de dicho inmueble. Nos miente a nosotros y a los vecinos. La alcaldesa aseguró que ella no había alquilado la casa, desdiciéndose de lo afirmado en el Pleno anterior».
Uno de los puntos calientes, se refería a las dietas y gastos de libre disposición de la alcaldía incluidos en varias mociones del Pleno anterior pero sin aprobación hasta la fecha, ya que la alcaldesa insiste en la necesidad de ser aprobadas, en tal caso, en un pleno ordinario. Y es que dichas mociones, a pesar de ir ahora en el asunto del día, no fue posible ni su debate, ni menos aún su votación.
Acceso a las cuentas bancarias y su estadillo
La insistente demanda por parte de la oposición de tener acceso a cuentas y saldos bancarios para poder ejercer su labor fiscalizadora como la legislación asiste a la oposición, la alcaldesa, leyendo lo ya preparado de antemano, se basaba, según decía, en la Ley de Bases de Régimen Local, la de Protección de Datos y la Ley de Transparencia. Se procedía a votar la necesidad de poder disponer del estadillo solicitado de los saldos bancarios con el resultado de 4 concejales a favor (3 de Zamora Sí y 1 concejal ex popular, ahora no adscrito), así como la abstención de los dos miembros del grupo del PP y la abstención también del otro concejal expopular, ahora no adscrito.
Todas estas situaciones, desde la oposición son calificadas como actitud autoritaria y nada democrática. «En vez de buscar proyectos en común para sacar algún apoyo, la alcaldesa se dedica a obstaculizar la transparencia usando amenazas o demás artes poco democráticas», señala el portavoz de Zamora Sí no doliéndole prendas al afirmar y en base al desarrollo del Pleno que «si la alcaldesa hubiera tenido un palo, lo habría puesto encima de la mesa, esta actitud ya la conocíamos, lo que al resto de concejales más nos sorprendió fue la complicidad del concejal Daniel Ganado, del PP, el único apoyo con el que cuenta la regidora, que hasta ahora había tenido actitudes más democráticas y dialogantes, pero ahora ha pasado a obstaculizar y negar la transparencia y entrega de cuentas que solicitamos».
«Me puedes dar la palabra, por favor»
«Me puedes dar la palabra, por favor», así se tenían que dirigir a la alcaldesa desde la oposición para poder intervenir en el Pleno del Ayuntamiento de Vega de Tera. La regidora decía: «yo doy el permiso y lo quito». Todo ello con sucesivas advertencias de «te callas o te vas a la calle». Ante estos hechos, hasta los gestos risueños, eran evidentemente molestos para la presidencia del Pleno.
Incluso, una vez finalizada la sesión, la alcaldesa llegó a impedir la palabra a alguno de los asistentes amenazando con llamar a la Guardia Civil para el desalojo del local. Alguno de los asistentes ha llegado a calificar la sesión como «vergonzosa y todo por aferrarse al sillón de la alcaldía, cuando ella sigue diciendo que le votó el pueblo, obviando que en las elecciones municipales se vota a concejales y estos eligen al alcalde, los mismos concejales que ya se han salido de su grupo, ya que solo cuenta con uno de ellos».
